sábado, 12 de junio de 2010

Mi primer viaje a Londres. Día 1.

Por fin! Ya tenía ganas de pisar suelo inglés y conocer Londres, así que ahí estábamos comenzando una semana de turismo por la ciudad de Shakespeare, Churchill, los Reyes y Reinas británicos, Lady Di y tantos otros. 
Lo primero que descubrí ese que, si quieres conocer Londres y los alrededores en tan sólo 5 días, prepárate para patear mucho y no parar.
Cuando bajamos del tren que nos iba a traer desde Horsham (Hosham pa los ingleses) nos encontramos con los dos primeros tópicos ingleses: su lluvia y sus taxis. Esos "black cabs" que inundan la ciudad con su aire tradicional decorado por la publicidad que cubre a todos y cada uno de ellos y que más adelante este mismo día volverían a cruzarse en mi camino.
Al llegar a Buckingham teníamos la duda de si podríamos ver el cambio de guardia; estaba lloviendo y quizás eso provocaba el primer fiasco en el viaje. Por suerte la lluvia aguantó, aunque el cambio de guardia nos lo perdimos igualmente ya que estaban ensayando para el próximo cumpleaños de la reina. Para nosotros casi mejor, vimos lo mismo pero más cerca. Eso sí, como ejército serían grandiosos, pero desde entonces se les ha olvidado desfilar, ¡qué poca coordinación!

Una vez dejado atrás el Palacio y las miles de personas que se congregan allí, continuamos andando para llegar a Trafalgar Square, con la National Gallery presidiéndola y los enormes leones del centro. En este momento sí que tengo que dar las gracias a la lluvia ya que dejó unas fotos muy chulas y evitó que la gente que aglomerara tanto como el siguiente día que pasamos por aquí.
Tras horas y horas en la National Gallery viendo cuadros (lo siento, aunque trato de prestar atención los cuadros no son lo mío) nos fuimos hacia la Torre de Londres (Entonces descubrí que si preguntas por la London´s Tower nadie sabe qué es, pero si preguntas por la Tower of London te entienden a la primera, en fín...). Es impresionante su tamaño visto desde fuera, ahí en medio de la ciudad; pero todavía no era el momento de entrar a verla, así que nos tuvimos que conformar con la exhibición que había fuera, con los ruidos de los arcabuces y los gritos de "God, King and Parlament!".
A escasos metros de la Torre de Londres está el archiconocido London Bridge. Tuvimos la mala pata de no poder verlo abierto (qué se le va a hacer si justo no pasa ningún barco en ese momento). Aún y todo no pierde ni un ápice de su impresionante aspecto.
A los pies del London Bridge y un poco escondido se pueden ver los embarcaderos St. Katherine´s Docks. Un puertecito para barcos muy clásicos, veleros cuidados que dan un aspecto de cuento a un muelle que encierra perlas como el "Dickens Inn". Una taberna de aspecto tan bonito como caro y que decidimos no visitar.
La siguiente escala en nuestro día era la catedral de Londres: St. Paul´s Cathedral. Para ello dimos un pequeño rodeo, primero cruzando el Támesis por el London Bridge y luego dando una vuelta por "La City": el distrito financiero de Londres y su corazón económico. Un barrio en el que dejas atrás las casas bajas y pequeñas para verte rodeado de edificios modernos, eso sí, entre medias siempre encuentras islas de edificios más clásicos como esta iglesia o el banco de Londres.
Cuando llegas a la St. Paul, te encuentras con una catedral grande, pero que se te queda un poco pequeña después de todo lo que has visto por la ciudad. Claro que, sin haber tenido la ocasión de entrar mi juicio se queda un poco cojo (o coincidís con una misa y sólo veis una parte, o está cerrada o te cobran un riñón por verla).
Aquí es donde me volví a cruzar con mis amigos los taxis. Si cruzas las calles por donde debes no hay ningún riesgo porque en todos los pasos de cebra tienes los famosos "Look left, look right". Pero cuando cruzas por donde no debes igual se te olvida, miras para donde no es y ni los gritos de mi hermano, ni los gritos de Tamara te libran de que un taxi te peine el culo. Así que con el corazón aún a mil pulsaciones por el susto nos fuimos a ver el Globe Theater, pequeño y entrañable teatro donde presentaba sus obras Shakespeare (otra nota sobre pronunciación, decid "seikspir", con la i después de la e. Si dices "sexpir" les entra la risa floja). Otro sitio, por cierto, en el que entrar de visita no es tán fácil si no vas a ver una obra que se represente allí.
Y después del Globe Theater fuimos a otro museo, que después de tantos cuadros en la National Gallery aún quedaban ganas para más. Eso sí, ahora se cambiaban los cuadros de Velázquez y Van Gogh por los de Picasso, Andy Warhol y cosas extrañas a las que algunos llaman arte.
Aquí termina el primer día del viaje. Cansados y machacados de andar tocaba volver hasta "Hosham". Así que mientras preparo las fotos del segundo día os dejo con dos fotos para que veáis el buen tiempo que hace sobre Londres en Junio.

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