miércoles, 23 de junio de 2010

Mi primer viaje a Londres. Día 2.

Tras muchos días seleccionando y preparando fotos, por fin consigo tener lista esta entrada, sobre mi segundo día en Londres....
Con los pies molidos aún del paseo del Sábado, llegamos a una estación de tren cerrada por "Engineering Works", lo que vino a ser un "cerrado por mantenimiento" y un "te toca ir en autobús", lo que me permitió conocer la sensación de ir por la izquierda en una carretera.

Algo más tarde de lo esperado llegamos al Candem Market, una especie de Rastro (pero para guiris) donde puedes comprar desde camisetas graciosas hasta comidas del mundo, pasando por millones de  tipos de donuts o maletas. Muy raro y bonito todo, y con una concentración de españoles asombrosa (parece que nos unen los mercadillos).
Sobre todo es interesante la parte de los establos, donde convirtieron una antigua zona para caballos en un mercadillo con productos más tradicionales y antiguos. Algo así como un mercadillo de reliquias a cubierto, ambientado con el olor del curry y el chili.
Tras muchos codazos, empujones y rollitos de primavera, cogimos el metro camino del famoso British Museum. Aquí hago una pausa para hablaros del "underground". Es algo así como el madrileño, pero hace 20 años, oscuro y sin accesos para minusválidos (ya echaréis de menos Madrid 2012).
 
Y aquí empieza el viaje por la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones. Una  oda a lo ajeno. Algo así como "lo que nos hemos ido trayendo de todos los países en nuestra historia".

Una vez estás dentro puedes sorprenderte con las enormes estatuas, figuras, mosaicos... Griegos, egipcios, persas, chinos, indios. Algo que a mi parecer debía estar en sus países de origen. Lo malo es que te intentan convencer de que, en vez de llevarse riquezas que permitirían a los países extranjeros generar recursos para cuidarlas ellos mismos, te intentan hacer verles como los Mesías de la cultura, los salvadores de lo que se perdería fuera de sus manos... En fin, cruza la entrada y dí: "Ábrete Sésamo".
Con un empacho cultural y unos pies molidos, de nuevo al metro; ahora con dirección a Picadilly Circus y la zona del Soho y Carnabby Street: Calles llenas de gente, anuncios de Coca-Cola, Apple, H&M, Zara y otras más que me cobrarían sólo por mencionarlas. Restaurantes, StarBucks y millones de sitios donde dejarte tus libras. 
Tras esto, bajamos andando camino de la zona del Parlamento, y de paso nos cruzamos con Downing Street. La famosa calle donde vive el Primer Ministro. Si pensáis haceros una foto en la puerta id desechando la idea. Como mucho veréis a lo lejos, y a través de una valla, lo que parece ser la entrada que se ve en la TV. Decepción al canto.
Así que seguimos andando dejando atrás a tanto policía y llegamos a la Abadía de Westminster. Donde si eres Reina te dejarán casarte, y si no, a sacarte fotos. Es bonita y enorme, pero nada que envidiar a otras catedrales. Os dejo una foto de la "Abbey" y otra de un centro metodista que hay junto a la entrada.
Nada más cruzar la calle desde aquí estás ya a orillas del Támesis, junto al Parlamento y el Big Ben. Un consejo, no os dejéis llevar por los impulsos de ver rápido la torre del reloj y dad la vuelta al Parlamento. Impresiona su arquitectura y tamaño, y ojalá hubiese sido verano para poder ver el interior; quedará para la próxima.
Y ahora sí, ya tocaba ver el Big Ben. Es aún mejor que en fotos o televisión. Cuando lo ví me dí cuenta de que estaba viendo uno de esos símbolos mundiales, como lo es la Ópera de Sidney, La estatua de la Libertad o la Torre Eiffel. Acompañado por el Parlamento, el London Eye (la famosa Noria de Londres) y el Támesis me habría quedado horas sacando fotos.
Pero antes de nada había que cumplir con un objetivo personal un tanto friki. En la estación de tren hay una réplica de la pared que atraviesan en la película de Harry Potter para coger el tren a Howarts. Necesitaba esa foto, y Tamara más que yo (mi hermano y mi cuñada ya la tienen de hace tiempo, así que no soy el más friki).
Y después de la foto de rigor empujando el carrito tocaba volver de nuevo al Big Ben. No quería irme de Londres sin mis fotos nocturnas. Espero que os gusten.
Y aquí acaba el segundo día. El próximo relato nuestra excursión a Oxford, pero antes teníamos que volver hasta Horsham, y por en medio quedaban nuestros queridos "Engineering Works".

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